En el centro urbano se conserva el Molí Fariner dedicado a moler todo tipo de cereales. El edificio del siglo XV, recientemente restaurado, combina las infraestructuras tradicionales con las de un restaurante de cocina exquisita. Mantiene el sistema de riego procedente de la Font Jordana, “la limpia”, lugar donde se enjuagaba el trigo, el secador y el molino, el cual conserva toda la maquinaria para moler y clasificar el grano.
Se trata fundamentalmente, de una colección de objetos encontrados durante las obras, interesante y curiosa para su visita, que puede ir acompañada de un paseo por sus alrededores, el casco antiguo de la población.