La actual torre campanario de la iglesia de la Asunción de Santa María, denominada popularmente “el campanar de la Vila”, es la tercera de las torres que ha tenido el templo. El actual campanario fue precedido por otros dos, uno medieval y otro del siglo XVI. Se conserva la base del primero, amortizada en una de las capillas laterales del norte, adyacente a la puerta del Buen Pastor. Hay una interesante bóveda aristada octogonal y accesos en oblicuo. Son prácticamente los únicos restos estructurales que se han conservado de la primitiva iglesia gótica. La segunda torre fue edificada a mediados del siglo XVI, poco después de la reforma definitiva del templo, como adecuación a las necesidades de los nuevos tiempos: las campanas ahora debían voltear. Este segundo campanario estaba situado a la derecha del altar y cerca de la ubicación del actual. Era de planta hexagonal, de escasas proporciones y poco valor artístico. Ambos campanarios albergaron el reloj público, la campana del cual (denominada "Rauxa i Foc") data de 1563 y es una de las más antiguas de la Vall d' Albaida. La construcción de la tercera torre se inició en 1689, después de haber derribado la segunda torre porque amenazaba ruina. En el proceso de demolición se dañó el ábside o presbiterio primitivo gótico, construido a mediados del siglo XV, que tuvo que ser sustituido por el actual. La construcción del campanario se dilató a lo largo de veinte años. El diseño fue obra de Gaspar Díez, de Valencia, y de Josep Pasqual, de Ontinyent. Las obras fueron dirigidas por el maestro de obra Albert Lluch, de Ontinyent. Previamente se tuvo que consolidar la base del nuevo campanario, edificado sobre restos de fortificaciones medievales y, parcialmente, sobre la torre del "Carner. Las campanas, algunas de las cuales, fueron confeccionadas de nuevo, pudieron voltear el 19 de noviembre de 1695. Aunque por 1705 estaba bien avanzada la sala de campanas, la edificación del cuerpo que albergaba la campana del reloj y el coronamiento de la torre de campanas se dilataron hasta 1745. Consistía en un templete cuadrangular acabado con bóveda vaída y cubierta de tejas esmaltadas azules, idénticas a las de la cúpula de media naranja con linterna de la capilla de la Purísima. En estos momentos su apariencia es consecuencia de los destrozos provocados por el impacto de un rayo el 26 de mayo de 1859 que obligó a la demolición del anterior remate y a construir el actual en 1891-1892, bajo la dirección del arquitecto Antoni Ferrer, de Valencia. El coronamiento consiste en un templete de fundición gris, diseñado por Ferrer y realizado por el fundidor Jordi Batle. Su esplendor y grandiosidad se ha visto realzada a raíz de la demolición en 1983 de las casas que había a sus pies, en la calle del Regall. Se han dejado a la vista las fortificaciones de diversas épocas que le sirven de base. En estos momentos la torre es una de las más altas del Estado español. Durante la Guerra Civil el campanario sirvió como atalaya y punto de observación antiaérea. Muchas de las campanas fueron bajadas y se perdieron. Aún así, unas pocas fueron preservadas: la mencionada de Rauxa i Foc (1563), la del Santísimo (1802) y la Petra (1881). El resto son posteriores a 1939. El proceso de restauración de las campanas comenzó a finales de los años 90. En 2009 se repuso la única campana que faltaba desde la Guerra Civil, la de Santa Bárbara, y se fundió la nueva Petra, en sustitución de la antigua (1881), después de la reaparición de una grieta, que ha quedado expuesta en la Casa de la Cultura de la ciudad, en el palacio de los Barones de Santa Bárbara. En 2009 también se realizan mejoras en el campanario: se sustituye la escalera de acceso a los cuerpos superiores y se restaura el suelo de la sala de campanas. LAS VISITAS CON LA COLLA DE CAMPANERS La Colla de Campaners de Ontinyent, nacida en el año 1994, ha recuperado los toques, vuelos y repiques de las campanas a la manera manual tradicional. Su principal objetivo es la defensa y protección de los campanarios, campanas y todos aquellos elementos patrimoniales y etnológicos que configuran la herencia cultural de Ontinyent y su comarca. Son muchos los toques que realizan a lo largo del año, la mayor parte de ellos de carácter religioso y festivo. De entre los toques no cotidianos hay que destacar las Rogativas por enfermos, el toque de Tormenta, el de Comunión, el de Dolores de Parto, muerte del Rey, muerte del Papa, etc. La Colla de Campaners, además, es responsable del Ball dels Cavallets de Ontinyent, que, actualmente desfilan por nuestras calles en el Corpus y la Purísima. También es promotora y organizadora, junto al grupo de música antigua Menestrils, del Canto de la Sibila, que se celebra el 22 de diciembre en la Iglesia de Santa María. Las visitas guiadas que ofrece la Colla de Campaners se realizan los domingos a las 10’30h (excepto los días en que hay toques). El Reloj Una parada obligatoria es, sin duda, la sala del reloj donde se ubica la actual maquinaria acondicionada como pieza de museo. Datado del año 1972, el reloj del Campanario de la Vila es el más grande de los tres que se conservan actualmente en la ciudad. Cabe destacar su gran valor como maquinaria monumental, así como su constitución. Las Campanas Actualmente encontramos en el Campanario trece campanas y una matraca. El paso de los años no ha variado demasiado sus nombres tradicionales, por más que, por rompeduras o desapariciones, las campanas han ido cambiando.