El esparto ha sido uno de los motores en la economía del pueblo, practicamente desde los inicios de Atzeneta. Podemos apreciar esta artesanía en el Museo de las Artesanías o bien visitando a alguno de los maestros esparteros que aún quedan en el pueblo para recordar el valor de las cosas artesanales bien hechas. Aun seguimos utilizando los bolsos y capazos o las espardeñas, por ejemplo.