Esta es una Fuente de época islámica formada por veinte chorros de bronce y uno principal que sale de la cabeza de un león hecho de piedra atzenetina. Preside la pared un azulejo dedicado al San Antonio del cochinillo. En un lado hay un bebedero para los animales. Antiguamente, las mujeres venían hasta aquí para llenar los cántaros de agua para llevar a casa, ya que no había agua corriente y la gente se reunía aquí a charlar. Ha sido restaurada y embellecida por los atzenetins para que quien pasara por el camino real, pudiese admirarla.