De estilo neoclásico, fue construida hacia el 1745. El terremoto de 1748 derrumbó gran parte del edificio, y el templo y se construyó de nuevo. Las obras no se acaban hasta el 1786. Presenta una planta de cruz latina, cubierta con vuelta de cañón con lunas, y una cúpula sobre conchas al cruzado. A los pies de la nave encontramos el campanario de planta cuadrada y estructurado en tres cuerpos separados por cornisas. Destaca el lienzo de San Blas y Blas Francisco, del siglo XVIII, y la reliquia de San Blas.