Del siglo XVIII, es de estilo neoclásico.
Este templo muestra una nave de cinco tramos cubierta por una bóveda de cañón sobre pilastras que hacen de contrafuertes.
A destacar el casquete sobre el crucero con pinturas alusivas a la Basílica de San Pietro de Roma, utilizando la técnica del “trapantojo” (que engaña al ojo, utilizando la perspectiva y la profundidad), la puerta dintelada y el campanario de dos cuerpos. Esta iglesia mantiene una estrecha relación con el Vaticano de Roma.