Tiene su origen en la esbelta torre de época medieval construida en tapia musulmán (s. XIV). Edificada por los Lúria, primeros señores de Bellús. Sus sucesores de los Bellvís de Bèlgida añadieron nuevas construcciones en la torre medieval, hasta convertir el conjunto en una casa-palacio (siglos XVI-XVIII). A título de curiosidad, el edificio fue visitado personalmente por el rey Felipe II de España (y de Valencia), en uno de sus viajes, durante el cual se quedó a comer con toda la corte que lo acompañaba. Actualmente está restaurado y es visitable. Desde su terraza podréis admirar unas magníficas perspectivas de la Vall d'Albaida y del paraje del estrecho de las Aguas.