CARRICOLA La chispa de la Vall
El cartel que preside la entrada del municipio te avisará cuando lo visitas: estás a punto de entrar al pueblo que enciende la llama de la comarca, al pueblo que es la xispa del Valle. Carrícola, con menos de un centenar de habitantes, es uno de los municipios más estimados por los valldalbaidinos y que semanalmente, recibe la visita de gente de la comarca y otras vecinas, atraídos por la ecología, el patrimonio y el arte. Tres aspectos que definen la filosofía carricolina y que han hecho de un pequeño pueblo un referente para todos aquellos que buscan formas de vida más respetuosas. La fusión entre el arte y la natura, el deporte en la montaña y la Almendra de Paja son tres motivos para visitar Carrícola. Adéntrate en esta población y seguro te enamorará.
HISTORIA
Tiene su origen en una alquería musulmana que el rey Jaime I cedió junto con la torre del Castellet –que hoy se encuentra en el término de Palomar– a Berenguela Alonso en 1270. En 1273 pasa también por donación del rey conquistador, al obispo de Valencia. La baronía de Carrícola fue vinculada, en 1477, por el cardenal Lluís Joan del Milà i Borja y recaló posteriormente en los Orense y los Tamarit. Fue lugar de moriscos y contaba antes de la expulsión con 56 casas.