QUATRETONDA Artesanía gastronómica
Arriba de un tozal se encuentra ubicada la décima población en número de habitantes de nuestra comarca, Quatretonda. Situada entre el Barranco de las Fontetes por un lado, y la Acequia de la otra, la localidad protege su patrimonio más apreciado: la sierra. Tierra de agricultores, apicultores, hongos y especies endémicas protegidas, en Quatretonda se elabora una gran cantidad de productos de forma artesanal, un hecho que le otorga un sabor único que merece que pruebas a tu paso por la localidad. Desde los ‘besos de novia’, hasta el embutido hecho en casa, pasando por las ‘cristines’ y el pan, el que hoy se conoce como ‘artesanal’ y vuelve a estar de moda, hace siglos que se practica en Quatretonda. Un tesoro para descubrir en el Valle y que nosotros te queremos recomendar, especialmente, por tres razones: su sierra, la tradición dansadora y el queso artesanal. Estos son tres motivos para visitar Quatretonda, pero seguro que con tu visita descubres muchos más.
HISTORIA
Quatretonda, encuentra sus raíces históricas “documentadas” a partir de la conquista cristiana del siglo XIII, conocida comúnmente como la Reconquista. Es, así pues, en el Llibre del Repartiment donde encontramos la primera fuente que habla de esta población, más concretamente el asentamiento núm. 1975 que hace referencia a las donaciones hechas por el monarca Jaime I en término de Luchente: A Pasqual d’Opte y a Domènec de Moia, y a veinte pobladores que llaman, todas en las alquerías que se llaman Quartonda y Vinuvayra 7 de mayo 1248. Los antecedentes a esta etapa hay que buscarlos en la toponimia y arqueología, así diversos autores han hablado del componente ibérico del nombre Cuatretonda, otros, en cambio, lo han situado en época romana. Con todo, y de época prehistórica se han hallado yacimientos del bronce e íberos en las partidas de los Castellarets, Mahiques y Nul·les, así como restos romanos en Simona y Sant Martí. Los siglos XIII, XIV y XV significan la etapa de asentamiento de la nueva población cristiana, dentro del marco territorial conocido por Baronía de Luchente, de la cual Cuatretonda pasa a formar parte como una de sus calles. Con el siglo XVI Cuatretonda vive uno de los momentos claves de su historia, al erigirse en una nueva villa por privilegio atorgado por el propio rey Felipe I de España, que la declaraba independiente jurídicamente y territorial, gracias, sobre todo, al crecimiento económico y demográfico. Desde este momento la nueva villa jugará un papel determinante dentro de la Baronía de Luchente, un marco señorial que se alargará hasta el siglo XIX en que con la desaparición del Antiguo Régimen, Cuatretonda se conforma en una unidad territorial, ya que en el término que hasta entonces solo incluía las tierras del llano, se unirá ahora (con el proceso desamortizador) en un patrimonio económico, natural e histórico de gran valor (la Sierra), a partir del cual se asentará el progreso de la población a lo largo del siglo XX.