El aeródromo de Micena fue una obra de considerables proporciones y presupuesto que empleó alrededor de un millar de trabajadores que elevaron y allanaron el Camino Real de Gandia, o “Camino de Montaberner” para la construcción de dos pistas. Edificaron una vivienda por Lugar de Mando conocida como la “Casa del Coroner”, y condicionaron la Casa Alta para ser empleada como vivienda de las escuadrillas de pilotos y las tropas de apoyo. En cuanto a los medios de defensa pasiva, destaca la existencia de dos grandes refugios situados uno a la Casa Alta, con capacidad para 70 personas y en el Sur del campo, el de Micena con capacidad para 40 personas. Estos refugios, de construcción similar a los que se conservan a Toro, estaban destinados a la protección contra ataques aéreos, con revestimiento de ladrillo y mortero y con dos bocas de entrada.